os encantan los masajes y las tetas nos pierden, sobre todo si son grandes y jugosas, estrujarlas, chuparlas, lamerlas, comernoslas, nos vuelven locos. Si juntamos ambas cosas en una escena, le ponemos un poquito de musica ambient y lo lubricamos todo con aceite, el tiempo se para y todo parece ir mas despacio. Si por nosotros fuera nos quedariamos todo el dia disfrutando de los masajes de Alison y sus tetas pero vosotros tambien teneis derecho a recrear la vista viendo como se agitan sus pechotes y siendo sinceros tanto roce nos la pone como el AVE camino de Sevilla, a 300 por hora.